sábado, 6 de junio de 2015

Cómo empezó todo


En Junio de 2014 mi cabello había llegado a su punto álgido de sequedad. Ya no sabía qué hacer, por mucho que cuidara mi melena estaba cada vez más y más seca, opaca, tiesa, sin movimiento ni elasticidad. Me daba angustia que nadie me lo tocara, ni siquiera mi hijo pequeño o mi marido. Una pena.

Usaba productos para cabellos dañados y secos. Me lo lavaba una vez a la semana, como mucho dos veces, y usaba todos los productos que prometían ser lo mejor de lo mejor para los cabellos secos. Un día me puse a contar todos los productos que usaba en cada lavado y llegué a siete: champú, acondicionador, mascarilla, aceite, gel, espuma y laca. Increíble, ¿no? Y si al menos el resultado me hubiera convencido, pues mira, ni tan mal. Pero es que en realidad no me gustaba nada. El encrespamiento de mi cabello había llegado a un punto en el que amenazaba con salirse de la atmósfera y llegar a Marte. Y las ondas eran cada vez menos onduladas, casi no tenían forma.



Pensé: Igual el problema es que en vez de usar más, tienes que usar menos. Seguro que no eres la primera persona a la que le pasa que por mucho que se esfuerce, tiene el pelo cada vez más seco

Y hice lo que se espera de una mujer de estos tiempos: me puse a buscar en internet. Primero di con el método no-poo. Es muy interesante, pero me pareció poco práctico para mi. Y luego una amiga me recomendó el método co-wash. No tenía ni idea de lo que era, así que de nuevo busqué en internet y vi dos cosas: que en inglés había muchísima información y que en español prácticamente nada. De ahí que me haya animado a hacer este blog, esperando que le sea útil a alguien. 

Rápidamente busqué entre los doscientos productos para el cabello que tenía en casa (exagero, no eran doscientos... pero casi) y fui leyendo todos los ingredientes para ir eliminando todo lo que contuviera siliconas. Eso iba de champús, a lacas, pasando por acondicionadores, mascarillas, geles y aceites. 

Seguí los pasos del método co-wash a rajatabla y ya en menos de una semana empecé a notar cambios: mi pelo se ondulaba más y se encrespaba menos. ¡Qué maravilla! Estas fotos son de las primeras tres semanas usando co-wash:



A medida que han ido pasando los meses he ido descubriendo lo que le gusta más a mi pelo. He descubierto productos, he descubierto técnicas... y poco a poco mi pelo me lo ha recompensado con creces. No es que todos los días tenga un pelo perfecto, ni mucho menos. Pero la cantidad de "días buenos" se han multiplicado por mucho y la salud de mi melena se nota a la legua. ¡Hasta incluso mi peluquero de toda la vida, que cuando empecé con el co-wash me llamó loca, reconoce que tengo el pelo muy sano!





Mi cabello hoy en día
















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